viernes, 29 de diciembre de 2017

Estafa de Número Intracomunitario

Despedimos año y blog con (otra) curiosa estafa que me ha llegado por correo. En este caso, la idea ha evolucionado, se ha vuelto más sofisticada, aunque el plan viene a ser el mismo que con EVENT FAIR. Básicamente que firmes por confusión un contrato sangrante.

Está vez nos envían una carta (en inglés para añadir un poco más de confusión) en la que nos informan de que nuestro número de operador intracomunitario se ha perdido.  Por supuesto, la letra, apariencia y algunos datos que se incluyen (por supuesto de acceso público) le dan al un aire oficial.

El número VAT que nos solicitan es un requisito necesario para ahorrarnos el IVA en las compra-ventas efectuadas a con otras empresas miembros de la UE. Se trata de un dato público, basta con introducir un número VAT en el VIES para comprobar la empresa con la que está asociada.

Por supuesto, lo primero que uno siente al recibir la carta es preocupación y sorpresa. Y probablemente, si lees un poco en diagonal (cosa que si tienes mucha carga de trabajo puede pasar) rellenes la documentación y la mandes al correo. Si cometemos ese error habremos aceptado aparecer en una publicación web con un coste anual de 890€ válido durante 3 años.

Ya sé que lo obvio es no firmar, pero si cometemos el error, sinceramente (y con todas las precauciones que tiene una opinión lanzada al vuelo) ignoraría todos los intentos de cobro por parte de estos estafadores. Puede que nos amenacen con introducirnos en una lista de morosos o similar, pero la verdad, si el tema va a mayores ningún tribunal del mundo daría por bueno este fraude de contrato. 

Eso sí, mucha atención que estas estafas se están enviando ahora, una época tradicionalmente con mucha carga de trabajo en muchos sectores.

lunes, 4 de septiembre de 2017

Requiem por "American Crime"

Imagen relacionada"Si les contara historias sobre lo que pasa en los campos dirían que nos las estamos inventado. Que eso no pasa. Que no puede ocurrir aquí. En otro país, en otra ciudad, quizá. Pero aquí no. Lo que les estamos contando es la verdad. La comida que les llega conlleva un precio que ustedes no ven. Pero que alguien tiene que pagar. Y lo mismo con la ropa que llevan. Y las cosas que hay en sus casas. Tienen que analizar su vida y preguntarse que cuesta vivir como lo hago yo ¿Puedo permitírmelo? Porque otra gente no. Pueden optar por ignorarlo si quieren. A veces todos lo hacemos. Todos nosotros. Pero lo que no pueden hacer es vivir en la ignorancia". 

En un momento de sobre abundancia de series televisivas (muchas de excelente calidad) resulta una pena que "American Crime" no haya gozado de la suficiente estima de los espectadores para sobrevivir en parrilla para una cuarta temporada.

No es una serie fácil de ver. A menudo los temas que trata son un reflejo sórdido de lo peor de los Estados Unidos en particular y de la civilización occidental en general. Sin embargo su planteamiento valiente recompensa al espectador de otra forma: otorgándole lucidez.

lunes, 10 de julio de 2017

Marketing y Nostalgia

Series como "Stranger Things", juegos de mesa como "Heroquest 25" o el lanzamiento de la revisión de míticas videoconsolas como la NES inundan el mercado. Y lo hacen porque la nostalgia vende y lo hace muy bien.

Este tipo de marketing apela directamente a las emociones. Como decía el poeta Jorge Manrique "Cualquier tiempo pasado fue mejor". No hay más humano que rememorar los tiempos pasados de forma idealizada. Por eso el sentimiento de pertenencia que genera la compra del "producto nostálgico" es muy fuerte, además la conexión con nuestra infancia nos hace sentir jóvenes. Si a eso le sumamos que con frecuencia se trata de productos cuya inversión resulta menor, ya que a fin de cuentas son relanzamientos, unidos a su menor riesgo (se estima que el 80% de los nuevos productos fracasa) no es difícil explicar este auge.

Tampoco se puede obviar que es la forma de captar la atención de toda una generación. No es casualidad que vivamos un revival de los 80. Simplemente los críos y adolescentes que suspiraban por cosas que sus cortas propinas no alcanzaban a comprar hoy se han hecho mayores. Ahora con mayores ingresos pueden permitirse satisfacer sus deseos de juventud. Es la generación de moda en tanto en cuanto aglutinan a un mayor número de potenciales compradores. Los 80 dejarán de resultar tan atractivos en el momento que la  nueva generación de nuevos compradores potenciales los sustituya ¡Ha muerto el Rey, larga vida al Rey!

jueves, 8 de junio de 2017

Cuando el medio es también el mensaje

"La casa de hojas" es la opera prima del estadounidense Mark. Z. Danielewski. La obra se publicó en España en 2013 (algunos hemos llegado un poco tarde) causando bastante expectación por usar una maquetación nada convencional. 

La trama alterna entre dos historias. Una trata sobre el "Expediente Navidson", un documental que narra la historia de una familia que descubre en su casa un enigmático pasillo que parece transitar por una extraña dimensión. En la otra, Johny Truant, un toxicómano de Los Ángeles descubre por casualidad este documental, y poco a poco, comienza a obsesionarse con el mismo incorporando al "Expediente Navidson" sus propias reflexiones.

Aunque no es la primera vez que se experimenta con la maquetación, casi siempre se había hecho desde un genero considerado (erróneamente) menor como la literatura juvenil. Sin ir más lejos las  novelas de "Escoge tu propia aventura" avanzaban a saltos navegando entre las elecciones de lector para dar lugar a los distintos finales posibles. Una serie que entre 1979 y 1998 vendieron doscientos cincuenta millones de ejemplares iniciando a una generación de adolescentes en la lectura.

Danielewski sin inventar la rueda aporta su propia visión recurriendo a una maquetación muy sugerente. En ese sentido "La casa de Hojas" modifica el texto en función del sentimiento que quiere transmitir. Someramente (no quiero hacer destripes) pero por ejemplo cuando un personaje avanza por un pasillo que se estrecha, el texto también lo hace.

Y este es el gran éxito de la novela. No voy a negar que no siempre me ha convencido el resultado (siento decir que poner el libro boca abajo en algunos momentos me ha transmitido más engorro que suspense) pero es cierto que es diferente. La novela sin ser nada del otro jueves cumple su función destacando la parte del "Expediente Navidson" sobre las a veces cansinas y extemporáneas reflexiones del drogadicto Johny Truant. Pero es innegable que sientes que estás leyendo algo distinto y por ese puñado de momentos que los disfrutas como algo novedoso merece la pena su lectura.  

miércoles, 22 de marzo de 2017

Indies Enormes

No es una sorpresa que el sector de los videojuegos mueva en España muchísimo dinero. No es un decir, en 2015 hablamos de la friolera de 1083 millones de euros frente a los 571 del cine por ejemplo. La comparación no es casual, ya que pese a sus diferencias, ambos son fenómenos relativamente jóvenes que comparten algunas características.

Y es que ambas industrias (cine y videojuegos) se sustentan en grandes propuestas fruto de la inversión de ingentes cantidades de recursos (los "blockbusters" y "triples AAA" como se los conoce en el argot). Son los más conocidos por el público y reportan inmensos beneficios (o protagonizan sonados descalabros). Y precisamente por eso tienden a ser tremendamente conservadores. Del otro lado se encuentran los nuevos desarrolladores y productores que quieren hacerse también con una porción del pastel y, ya que no pueden competir en recursos, lo hacen con imaginación y atrevimiento. Y es precisamente ahí, en los creadores Indies (palabro que viene de su "independencia" de los grandes estudios) donde encontramos autenticas joyas.

En el sector de los videojuegos tenemos muestras como "Firewatch" la opera prima del estudio Camposanto que explora la soledad y los remordimientos aderezado con unas gotas de misterio. O "That Dragon, Cancer" con el que Numinous Games nos narra con honestidad la tragedia de Joel Green, diagnosticado con tumor cerebral en 2010. O "Papers, Please" de Lucas Pope que pasa del humor al drama al vernos obligados, desde nuestro rutinario trabajo de funcionario de fronteras a afrontar los dramas de la migración y, en un ficticio régimen totalitario, digerir las consecuencias de nuestras decisiones.


Una pequeña muestra de algunas de las mejores propuestas de un sector que no para de crecer y en el que los nuevos desarrolladores Indies se están haciendo un hueco por su valentía y creatividad.

Nota: Fotografía de "Grand theft Auto V" en Manhattan. Imagen de "Papers, Please" de Lucas Pope. 

viernes, 27 de enero de 2017

Cuando el crowdfunding se gestiona mal


La bondades del crowdfunding son obvias y son muchos los proyectos que sin este medio de financiación colectiva no serían posibles. Pero lógicamente no está exento de riesgos. Y es que si en "¿Qué no es crowdfunding?" se cita "Apadrina una emprendedora" como ejemplo de lo que no se debe hacer para solicitar financiación, en esta entrada quería comentar los problemas de inseguridad que sufren los mecenas con las plataforma que acogen proyectos que no acaban cumpliendo lo que prometen.

Tomo de (mal) ejemplo "Heroquest 25" una actualización del mítico juego de mesa que aprovechando la nostalgia de una generación ha recaudado la friolera de 680.037 € La idea, reeditar el juego (con los necesarios cambios por temas de licencia) para lanzarlo en las navidades de 2014. Estando, como es el caso, en 2017 sin que todavía se haya finalizado es evidente que hay muchas cosas que se han hecho mal.

No quiero entrar, al menos demasiado, en Gamezone y Dionisio Rubio, responsables de la iniciativa. Solo se puede añadir lo obvio. Han prometido algo con lo que no han cumplido. Si al espectacular retraso le sumas una pésima política de comunicación te ganas a pulso la imagen de alguien que como poco es tremendamente irresponsable con su trabajo.

Del otro lado se encuentra la plataforma "Lanzanos", que es la que acoge esta iniciativa, y sin la cual hubiese resultado imposible que miles de mecenas se sumaran a "Heroquest 25". Y es que es indudable que algo falla cuando los mecenas tienen su inversión inmovilizada sine díe.  Con el proyecto oficialmente en progreso en sus comunicados reseñan que su única posibilidad de actuación (y por tanto responsabilidad) es la de la recabar información "no tenemos más capacidad de acción y en todo momento hemos ofrecido la información que disponíamos" sostienen.

Esta poco gratificante actitud, que genera una desasosegante sensación de indefensión, es sin duda uno de los principales males de la financiación colectiva. Y es que adoptar la cómoda posición de no querer saber nada de las disputas entre creadores y los mecenas es moneda común entre las plataformas de financiación colectiva más allá de la mentada "Lanzanos".

En ese sentido se han realizado algunos intentos por ponerle remedio. Por ejemplo "Indiegogo" ha estado testando un seguro para recuperar la inversión en caso de que un proyecto acumule retrasos sobre la fecha marcada. Pero hasta que iniciativas similares acaben por materializarse y extenderse será difícil distinguir entre meras pasarela de pago o plataformas que velen por intereses de creadores y mecenas.