
A este grupo los seguirán los adaptadores iniciales, aquellos que asumiendo todavía un riesgo, aunque menor que el de los innovadores, se lanzarán a probar ese producto o servicio. Este grupo lo conforman los líderes de opinión de una comunidad. Representan un 13,5% del total.
El siguiente tipo de clientes lo constituye la mayoría temprana. Si el producto o servicio alcanza este nivel no tienes de que preocuparte, has logrado montar un negocio. Actúan antes que el consumidor medio pero nunca son líderes de opinión. Representan el 34% del total.
El siguiente bloque lo compone la mayoría tardía, estimada en un 34% del total, consumidores escépticos que solo adoptan el producto después de ser totalmente aceptado y probado por la mayoría temprana.
Finalmente, los rezagados, suponen el 16%, son personas que detestan los cambios y solo los abrazan cuando no queda otro remedio.
El objetivo, y lo más difícil, para un producto innovador es superar lo que el experto en marketing Geoffrey Moore denominó la brecha. La grieta que separa a los consumidores visionarios, es decir, innovadores y adaptadores iniciales que representan el 16% y los pragmáticos que constituyen el resto con un 84% del total.
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