Si estás leyendo esto probablemente estés familiarizado con el concepto de marras. Sino, el crowdfunding (o micromecenazgo) no es más que la búsqueda de financiación colectiva para un proyecto. Se ha hecho muy popular en Internet (dado la posibilidad de alcanzar una gran cantidad de personas) y ha permitido entre otros que la película "El Cosmonauta" llegará a buen puerto, que el cómic "Brigada" viera la luz o fuera de nuestra fronteras el videojuego "Pillars of Eternity" se convirtiera en todo un éxito ganando el premio a "Mejor título exclusivo para PC 2015". Dado que el éxito está vinculado a la publicidad no sorprende que las "expresiones culturales" obtengan tan buenos resultados.
Pero la idea, como reza el título, no es lo que es, sino lo que no es. O al menos, en lo que no debería convertirse. Y esto viene a colación de un mal ejemplo que me ha llegado de rebote. El caso es "Apadrina una emprendedora" un proyecto que pretende recaudar 9.870 € como cantidad mínima, si bien aspiran a lograr la friolera de 35.130 €
Si se trata de unos esforzados despistados o vendedores de humo lo dejo a juicio de lector, que bien puede consultar el estado del proyecto en este enlace . En el momento actual llevan recaudado 120€ (mucho me parece) si bien intuyo que son los propios impulsores de la iniciativa (o sus allegados) los responsables de tan magna aportación.
Sus errores, que no son pocos, consisten someramente en una definición poco clara del proyecto ("portal vertical de contenidos, a la vez que sectorial, para abarcar los diferentes públicos femeninos, sus inquietudes y sus posibles necesidades"), una sistema de incentivos de los mecenas ridículo, y una estimación de los gastos poco creíble y razonada (¡¿3600€ semestrales en diseño coorporativo!?).
El problema de esta iniciativas no es que fracasen (algo previsible por otra parte) sino que desvirtúan y desacreditan esta poderosa herramienta de financiación empresarial.
Nota: Imagen del estado del proyecto a 26-01-2016 a falta de 31 horas de cerrar la 1ª ronda de financiación.
Pero la idea, como reza el título, no es lo que es, sino lo que no es. O al menos, en lo que no debería convertirse. Y esto viene a colación de un mal ejemplo que me ha llegado de rebote. El caso es "Apadrina una emprendedora" un proyecto que pretende recaudar 9.870 € como cantidad mínima, si bien aspiran a lograr la friolera de 35.130 €
Si se trata de unos esforzados despistados o vendedores de humo lo dejo a juicio de lector, que bien puede consultar el estado del proyecto en este enlace . En el momento actual llevan recaudado 120€ (mucho me parece) si bien intuyo que son los propios impulsores de la iniciativa (o sus allegados) los responsables de tan magna aportación.
Sus errores, que no son pocos, consisten someramente en una definición poco clara del proyecto ("portal vertical de contenidos, a la vez que sectorial, para abarcar los diferentes públicos femeninos, sus inquietudes y sus posibles necesidades"), una sistema de incentivos de los mecenas ridículo, y una estimación de los gastos poco creíble y razonada (¡¿3600€ semestrales en diseño coorporativo!?).
El problema de esta iniciativas no es que fracasen (algo previsible por otra parte) sino que desvirtúan y desacreditan esta poderosa herramienta de financiación empresarial.
Nota: Imagen del estado del proyecto a 26-01-2016 a falta de 31 horas de cerrar la 1ª ronda de financiación.