La bondades del crowdfunding son obvias y son muchos los proyectos que sin este medio de financiación colectiva no serían posibles. Pero lógicamente no está exento de riesgos. Y es que si en "¿Qué no es crowdfunding?" se cita "Apadrina una emprendedora" como ejemplo de lo que no se debe hacer para solicitar financiación, en esta entrada quería comentar los problemas de inseguridad que sufren los mecenas con las plataforma que acogen proyectos que no acaban cumpliendo lo que prometen.
Tomo de (mal) ejemplo "Heroquest 25" una actualización del mítico juego de mesa que aprovechando la nostalgia de una generación ha recaudado la friolera de 680.037 € La idea, reeditar el juego (con los necesarios cambios por temas de licencia) para lanzarlo en las navidades de 2014. Estando, como es el caso, en 2017 sin que todavía se haya finalizado es evidente que hay muchas cosas que se han hecho mal.
No quiero entrar, al menos demasiado, en Gamezone y Dionisio Rubio, responsables de la iniciativa. Solo se puede añadir lo obvio. Han prometido algo con lo que no han cumplido. Si al espectacular retraso le sumas una pésima política de comunicación te ganas a pulso la imagen de alguien que como poco es tremendamente irresponsable con su trabajo.
Del otro lado se encuentra la plataforma "Lanzanos", que es la que acoge esta iniciativa, y sin la cual hubiese resultado imposible que miles de mecenas se sumaran a "Heroquest 25". Y es que es indudable que algo falla cuando los mecenas tienen su inversión inmovilizada sine díe. Con el proyecto oficialmente en progreso en sus comunicados reseñan que su única posibilidad de actuación (y por tanto responsabilidad) es la de la recabar información "no tenemos más capacidad de acción y en todo momento hemos ofrecido la información que disponíamos" sostienen.
Esta poco gratificante actitud, que genera una desasosegante sensación de indefensión, es sin duda uno de los principales males de la financiación colectiva. Y es que adoptar la cómoda posición de no querer saber nada de las disputas entre creadores y los mecenas es moneda común entre las plataformas de financiación colectiva más allá de la mentada "Lanzanos".
En ese sentido se han realizado algunos intentos por ponerle remedio. Por ejemplo "Indiegogo" ha estado testando un seguro para recuperar la inversión en caso de que un proyecto acumule retrasos sobre la fecha marcada. Pero hasta que iniciativas similares acaben por materializarse y extenderse será difícil distinguir entre meras pasarela de pago o plataformas que velen por intereses de creadores y mecenas.