Me encontraba de
viaje, uno largo y aburrido, normalmente me gusta aprovechar llevando algo de
lectura pero este caso fue una urgencia y no tuve más compañía que el móvil con
el que aproveche para releer algunos artículos que había escrito en este blog.
El caso es que tuve la percepción de que los artículos referidos al mundo de
los emprendedores resultaban un poco pesimistas.
Así que me apetece
compartir un ejemplo que tuve la fortuna de escuchar al profesor Xavier Sala i
Martin. Yo en aquel momento ignoraba su currículo. Profesor de la Universidad
de Columbia en Nueva York, habiéndolo sido también profesor en Yale y Harvard
(entre otros). Entre sus muchos reconocimientos ha recibido el Distinguished
Teacher in Graduate Economics de la Universidad de Columbia en 1998 y en 1999,
y los de Yale en 1992 y 1995.
El caso es que nos
contó el ejemplo de dos chicos muy listos, uno de ellos muy listo, y otro no
tan listo (de hecho, tan no-listo que ni siquiera aprobó el Bachillerato).
Mientras el listo se fue a estudiar a Harvard, el menos listo se quedó en casa,
en Seattle.
Eran la época de los
años setenta, la época de los microordenadores, y los dos chicos se inventaron
un programa que servía para contar los coches que pasaban por la calle
automáticamente. Al ser de muy poca utilidad, lo utilizaban como juego o como
un reto intelectual. Durante las navidades el menos listo fue a ver al listo
que estaba estudiando en Harvard. En el avión leyó en una revista que una
empresa productora de Texas (me parece que era la Sinclair), hacía un concurso
entre los lectores para que hicieran un programa que fuera un especie de base
sobre la que se instalaran otros programas (lo que hoy en día llamamos sistema
operativo). Cuando el chaval listo vio el artículo, pensó que podían adaptar el
programa de contar coches para crear ese programa madre. Pero en lugar de
presentarlo al concurso, decidieron montar su propia empresa, y vender el
programa a la población. La nueva empresa se llamó Microsoft, el chico listo se
llamaba Bill Gates y el menos listo Paul Allen. Durante mucho tiempo, Bill
Gates ha sido el señor más rico del mundo y el menos listo Paul Allen el
segundo (lo cual demuestra que Bill Gates es el más listo de los dos).
Este pequeño relato viene
a propósito de que el 21% por ciento de las
empresas de éxito fueron fruto de la casualidad. Y es que lo mismo no es tan
malo desempolvar esa idea del cajón.
Nota: Imagen con
derechos Creative Commons. Autor khalid Albaih
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