Evidentemente toda empresa que tiene
una importante presencia online, y por tanto se juega sus “garbanzos” en la Red,
haría bien en contar con un profesional en ese campo. El archifamoso Community
Manager. No en vano empresas punteras como Coca-Cola o Telepizza, cuentan con
profesionales cualificados para esa labor. Harina de otro costal es la, en mi
humilde opinión, burbuja que se ha creado a propósito de esta profesión. Y es
que parece improbable que el mercado pueda absorber la enorme demanda que ha surgido.
Al calor del término Community
Manager, que ya comienza a desgastarse y por tanto surgen nuevos apelativos,
han aparecido una miríada de cursos, conferencias y Máster, algunos de dudosa
calidad, que se aprovechan de los vientos de la popularidad.
Y como muestra un botón. Recientemente
un evento, de tres días de duración, otorgaba a los participantes un documento
acreditativo de “Experto en Social Media”. Por fortuna el experto en Reputación
Social Coorporativa Óscar del Santo, de forma educada pero enérgica, solicitó
que precisarán el término, y se cambió por el menos rimbombante “Certificado de
Asistencia”.
Sinceramente desconozco la calidad del
evento, o la formación de sus ponentes, así que me niego a sacar más
conclusiones de algo que pudo ser un desafortunado desliz. Sin embargo, ilustra
los peligros de una profesión que comienza a dar sus primeros pasos, y de la que
muchos se aprovechan, ofreciendo una imagen deliberadamente distorsionada.
Nota: Imagen con
derechos Creative Commons. Autor por
withrow