viernes, 4 de abril de 2014

¡Tengo la mejor idea del mundo!

¡Tengo la mejor idea del mundo! No conozco ni un solo emprendedor que no esté enamorado de su idea. Precisamente esa cercanía impide encontrar los graves defectos de su proyecto. La pregunta clave es ¿Tienes suficiente juicio para valorar tu idea de negocio?, ¿Crees que realmente puede funcionar? En esos momentos ayuda saber rodearse de gente experimentada y sincera que pueda evaluar las posibilidades reales.

Y eso nos lleva a otro punto, ¿es la idea realmente importante? Al contrario de que lo el cine nos suele enseñar no demasiado. Y desde luego no lo más importante. Y es que aunque el papel lo aguanta todo un negocio es en esencia algo dinámico.

Se ve muy bien con un negocio de toda la vida. No pretende ser un riguroso dato estadístico pero cerca de donde vivo había varios videoclubs (si de esos que alquilaban películas ¡en VHS!). Casi todos han seguido un camino similar. Con el paso de los años se fueron diversificando poco a poco, primero mediante la venta minorista de material de oficina, luego haciendo cuatro fotocopias, hasta acabar convertidos en profesionales del diseño, cartelería, planos, etc. Y los que no lo hicieron (o no lo lograron) se han ido quedando por el camino.

Otro ejemplo, un poco menos local, sería el caso de YouTube*. Pensaban (al menos uno de los fundadores) que su proyecto se convertiría en una página de citas en la que las personas pudieran valorarse unas a otras. Sin embargo, pronto descubrieron que la gente le daba un uso que no habían previsto.

En ambos casos la idea original tuvo que adaptarse a las necesidades de los consumidores, movimientos de la competencia, cambios en la legislación y un largo cúmulo de variables. Por tanto lo fundamental, no es tanto la idea (que evidentemente tiene cierto valor), como el equipo que compone el proyecto empresarial. Y es que en un última instancia de su habilidad depende poder adaptarse a todos esos cambios y llevar su proyecto con éxito a buen puerto.

* Como otras empresas tecnológicas no parece totalmente esclarecido cuál era la idea original. Dos de los tres fundadores sostienen que en efecto, la idea inicial (aunque me barrunto que no la única), sería una página de citas.

Imagen con licencia Creative Commons de Annais Ferreira