viernes, 6 de marzo de 2015

Mulero Bancario

El termino mulero, tradicionalmente asociado al mundo de la droga, amplía sus acepciones. Hasta ahora era habitual para referirse a los que contratan a un tercero ("mula") para transportar droga. En la actualidad se está empezando a popularizar el termino de "mulero bancario" o "mulero informático".

"Estimado cliente

Tras un fallo tecnico en nuestra red informatica estamos obligados informarle como cliente de nuestra sucursal bancaria que estamos insertando un nuevo programa de seguridad para hacer mas viable y seguras todas sus operaciones. (...)

Para confirmar la reactivaciуn por favor descargue y complete el formulario adjuntado a este correo electronico."

Todos hemos recibido alguna vez un correo similar. Aunque escama al más incauto es indudable que aunque solo sea por el volumen de mails enviados algunos tienen éxito. La idea es suplantar la identidad de un banco o caja para robar nuestros datos. Una técnica que se conoce como "Phising". Sin embargo los ladrones no pueden limitarse a vaciar la cuenta bancaria de su víctima, ya que eso dejaría un rastro. Para ello necesitan la concurrencia de un tercero. Aquí es donde aparece la figura de la "mula bancaria".

Bajo cualquier pretexto (una oferta de trabajo falso, ayuda para una dudosa transferencia de una ONG, etc.) el mulero recibe una suculenta comisión (de entre el 10-15%) por acceder a sacar el dinero del país, a menudo, con empresas de envío de sistema de pago como "Western Unión". Las cantidades, inferiores a 3000€ no exigen justificar la procedencia. Y de esta forma los ladrones (están apareciendo muchos focos en países del Este) obtienen su botín.

Los autores intelectuales de la estafa permanecen bastante seguros en un país lejano, pero para el mulero (consciente o no de su implicación) acaban de comenzar sus problemas. Y es que para la Guardia Civil es muy fácil identificar al intermediario.

Una vez en el punto de mira de las autoridades al "mulero" le espera un proceso judicial harto complicado. El desconocimiento del origen del dinero o su destino final no suele ser un eximente (en ese sentido, los jueces están endureciendo sus sentencias). Y es que la actitud de no sabía y sobretodo "no querer saber" puede salir muy cara.

Nota: Imagen de Pablo Ruiz Múzquiz compartida con licencia Creative Commons